jueves, 26 de abril de 2007

Análisis, interacción y reflexión.

Sin duda, creo que los años que tengo como estudiante y enseñante de lenguas me ayudan a reflexionar sobre el desarrollo de las clases...
Cuando llegué a Barcelona y empecé las clases de catalán, me sentí muy cómoda con la metodología empleada a lo largo del curso. El aprender esta lengua por primera ocasión y, sin tener mayor referente sobre ella, resultaba para mí una experiencia no sólo de aprendizaje de la lengua, sino de la efectividad de la clase, del desempeño de la docente y de la metodología empleada.
Debo confesar que en mis últimos cursos de francés o inglés que tenían como metodología a la lingüística textual, me resultaban mucho más atractivos que los relacionados con la lingüística tradicional que tuve en mi primer acercamiento con estas lenguas. En esta clase de catalán me sentí muy satisfecha con el desarrollo del curso y con los resultados obtenidos a través del seguimiento del enfoque comunicativo. Todas y cada una de las sesiones se realizaron con una planeación previa (por parte de la docente) y se propició un ambiente donde la interacción con los compañeros y la reflexión sobre la lengua en el marco extraescolar fue fundamental para el desarrollo de la clase.
Las tres horas que teníamos por sesión eran muy ágiles y reforzaban el uso de aspectos gramaticales través del trabajo de prácticas de lectura, escritura e interacción oral.

¿Qué teorías lingüísticas he experimentado como estudiante de lenguas?

Empiezo esta intervención con un juicio en el que a lo mejor muchos de mis contemporáneos y paisanos no están de acuerdo, sin embargo, me gustaría ponerlo a su consideración.
Es curioso observar cómo aunque la investigación en el terreno de enseñanza de lenguas ha sido muy rica en los últimos años, personas como yo (que aún no llegamos a la tercera década de edad), que hemos tenido el castellano como lengua materna y vivimos en un país donde se habla ésta como lengua oficial, podemos mencionar con tristeza, que nuestro aprendizaje de lenguas (por lo menos de lengua materna en el marco escolar) estuvo plagado de prácticas tradicionalistas.
Es decir, mientras la enseñanza del español se relacionaba con un enfoque vinculado a la lingüística estructuralista (metodología que trataba de implementar la Secretaría de Educación Pública a través de los programas de estudio y programas de formación de docentes), en realidad, terminaba por ser tradicionalista. Los maestros se encargaban de tomar sus libros de texto y repetir al pie de la letra las secuencias que marcaca el libro y ellos, se encargaban de que nosotros memorizáramos lo aprendido en clase. Se priorizaba el manejo de nociones, el reconocimiento de aspectos de la lengua de forma desvinculada y fuera de contextos reales. Prácticas como el dictado de palabras aisladas, identificación de partes de una oración, lectura de rapidez y prácticas de caligrafía eran el pan de todos los días.
Por el contrario, la enseñanza de segundas lenguas (por lo menos las que se adquirían en situaciones extraescolares, es decir, en academias o institutos particulares) diferían muchísimo de las primeras, ya que en su propósito por relacionarnos con la lengua, buscaban en todo momento, que habláramos, leyéramos y que escucháramos en la segunda lengua. Su metodología era una combinación entre gramática tradicional y la lingüística textual.
Era muy curioso observar cómo en muchas clases de inglés o francés nos llevaban canciones, grabaciones de programas de televisión y revistas viejísimas, sin embargo, creo que mis primeros recuerdos de estas clases se relacionan con una experiencia de uso más que de memorización. Propiciaban el debate y trataban de entablar una comunicación entre los alumnos.

lunes, 16 de abril de 2007

UN POCO DE MÍ...

Antes de empezar a leer este blog, me gustaría que supieran un poco más de mí. Me llamo Laura García Valero. Soy mexicana y tengo 27 años, bueno, casi le llego a los 28. Actualmente estudio el Máster en Lingüística y aplicaciones tecnológicas, de hecho, estoy en el último trimestre. Espero inscribirme al Doctorado en Comunicación Multilingüe y continuar con el proyecto que he previsto para el Máster.
Estudié la Licenciatura en Literatura Latinoamericana en la Universidad Iberoamericana y, posteriormente hice un Máster a distancia en Edición de textos en la Universidad de Salamanca, España. He trabajado como profesora de español en bachillerato y secundaria pública. He participado en tareas de diseño curricular, formación de docentes y elaboración de materiales relacionados con su formación. Mis intereses se centran en la adquisición del lenguaje (L1) y manejo de las TIC en el ámbito escolar. Elaboración de materiales didácticos relacionados con la producción y revisión de textos y con la lectura de textos literarios en el contexto escolar. Edición de textos de literatura infantil y juvenil.

UN PRIMER TRAYECTO. MI APRENDIZAJE DE LENGUAS

Recuerdo cómo pretendía cantar inglés cuando era niña y tarareaba simulando utilizar esa lengua, aún cuando no sabía ni una palabra...
Creo que desde mi infancia tuve la conciencia de que aprendería a hablar inglés cuando fuera mayor, bueno eso suponía porque en el programa oficial de la escuela obligatoria, se empieza a instruir a partir de los once años... a mí se me hacía una eternidad, porque como yo veía a mi hermana tomar sus clases en la secundaria, moría por empezar a tomarlas. Tuve que esperar mi turno, sin embargo, cuando llegó ese momento me sentí muy dececpionada. Esas primeras clases eran malísimas y no aprendí mas que a decir mi nombre, dónde vivía y a señalar cosas... la fortuna la tuve cuando al año siguiente me cambiaron a la escuela privada y ahí priorizaban muchísimo su enseñanza, inclusive, creo que esas clases eran mejor que las de español. Aunque con métodos muy tradicionales, aprendí los tiempos verbales, escuché canciones, hicimos representaciones, exposiciones, escribimos planas y más planas de repeticiones del vocabulario y aprobamos eternos dictados del mismo, pero aún así aprendí muchísimo, por lo menos sentía que hacía algo real. No olvido como hacíamos composiciones por temáticas sin mayores reflexiones y cómo aprendíamos las canciones sin entender qué decían, sin embargo, creo que ése primer acercamiento en la secundaria fue cuando descubrí que, tal vez, en algún momento de mi vida podría comunicarme en una lengua diferente a la que me habían enseñado mis papás.
En la preparatoria seguí con el mismo método y empecé las clases de francés, creo que al igual que el inglés, me emocionaba muchísimo la idea de aprender pero mi decepción estuvo cuando la maestra, una mexicana con aires de grandeza por hablar francés se burlaba de nuestra pronunciación... decidí dejar la clase y finalmente me suspendieron, por supuesto, mi mamá le puso remedio a la situación y me envió a clases particulares a la Alianza Francesa. Ahí conocí a otras chicas y en realidad, la clase era una gran fiesta, sin embargo, en ese tiempo decidí que quería aprender francés y continué con los cursos por tres años más, por supuesto, en la prepa yo ya era bastante apreciada por aquella profesora molesta y ahora se quejaba de sus alumnos conmigo (curiosa la vida).
En la universidad dejé las clases de francés porque tuve que hacer un prerrequisito de inglés ya que mi escuela, al ser particular también, requería de un nivel que yo no tenía. Hice dos cursos maratónicos de 4 hrs seguidas los sábados y en el verano 4 hrs diarias, una verdadera pesadilla que me hizo jurar que no volvería a tomar una clase de inglés. Todo era trabajar con el libro y los cassettes, prácticar con exámenes parecidos a los que nos harían y pensar de qué manera los responderíamos. En ése momento veía al francés como un gusto y al inglés como una obligación, de manera que volví a mis clases de francés y luego me fuí a Dijon, Francia a tomar un curso más. Lo curioso fue que como viví en una residencia internacional de estudiantes lo que más practiqué fue el inglés y el francés se quedó de lado. Recuerdo que mi profesora era muy amable y aunque seguía al pie de la letra el libro de texto, me despertó un gusto por la clase, además ella me tenía simpatía porque mi pronunciación era muy diferente a la de los otros alumnos: japoneses, chinos y daneses.
Esperé unos años para volver a mis clases de francés, creo que tenía pánico a los exámenes de certificación. Finalmente, volví a la Alianza Francesa para recordar algunas cosas y sin duda, mi valoración de las clases y de los métodos de estudio fueron mucho más críticas y analíticas, ya que en ése momento ya trabajaba en el Diseño Curricular de los programas de español para educación básica y mis amigas del trabajo eran las que diseñaban los programas de inglés y francés como L2 para educación secundaria. En ése tiempo hablábamos mucho sobre la adquisición de L2 y los problemas en ése ámbito.
Considero que mi estudio de los métodos de enseñanza me ha ayudado a ser más conciente y analítica de las clases que tengo actualmente. Cuando tomé mi curso de catalán no pude dejar de ser crítica del desarrollo de secuencias didácticas, la planeación de las clases, formas de evaluación, referencias a conocimientos previos, etc.
De igual manera, creo que eso me ayudará en el momento en que pueda volver a las aulas para trabajar como profesora de español como lengua materna.

PRIMERA PARADA. REFLEXIONES PARA ESTAR EN ESTA CLASE.


Desde hace algunos años he tenido la oportunidad de trabajar en proyectos relacionados con la enseñanza del español como L1 en educación básica. De hecho, una de las principales razones para venir a Barcelona era continuar con mi capacitación sobre este tema, sin embargo, en el camino he tenido algunos tropiezos que me han impedido realizar esta tarea de forma plena. La llegada a un nuevo país, integrarme a una comunidad estudiantil y, aparte, decidir una matrícula por línea de investigación, han sido algunos de los retos a los que me he tenido que enfrentar y en los que me he encontrado algunas piedrillas en el camino que no me han dejado caminar con tanta seguridad. En fin, aunque tenía muy claro que quería desarrollarme en la línea de adquisición del lenguaje, también tenía mucho interés por el trabajo con las TIC para poder desarrollar nuevas prácticas de producción y revisión de textos, de manera que, al revisar que existía la línea de Lingüística computacional, traté de relacionarlas para armar un currículum muy nutrido y poder producir alguna herramienta para trabajar la producción y revisión de textos.

Por cuestiones administrativas tuve que elegir sólo una de las dos y tomar el mayor número de cursos relacionados con ella, para mi mala fortuna, elegí de una forma no muy conveniente, y desde las primeras semanas me dí cuenta que no todo era miel sobre hojuelas y que la lingüística computacional no me era nada familiar y nada fácil...

Fueron dos trimestres sumamente complicados, estresantes y agobiantes... sentía que me habían mandado a la guerra sin fusíl y que las variables, prolog y perl acabarían conmigo antes de llegar a mayo... sin duda, debo confesar que conocí un campo interesante, diferente y con muchas aplicaciones, pero que sí me hicieron derramar más de dos lagrimitas de impotencia por no contar con esa lógica de pensamiento. En fin, con ayuda de algunas personas y ante mi cara de angustia, me dejaron modificar mi matrícula y volver al camino de la enseñanza de lenguas.

Mucho tiempo pensé que había sido un grave error el haber elegido una línea que no tenía nada que ver con mis intereses personales, sin embargo, ahora entiendo que todo tiene un por qué, es decir, mucho de lo que aprendí en los primeros cursos me ayudará a realizar la herramienta para revisar textos escritos por alumnos de secundaria y, sin duda, eso no lo hubiera podido llevar a cabo sin tener una noción sobre la programación y su relación con la lingüística.

Mis intereses en esta materia: profundizar sobre algunas nociones clave en la enseñanza de lenguas, revisar y analizar problemáticas vinculadas con la producción y revisión de textos, así como su evaluación en el marco escolar; analizar la importancia de la planeación de secuencias didácticas, uso de materiales e incorporación de las TIC en el marco escolar.

Me gustaría que a lo largo del curso pudiéramos reflexionar sobre situaciones problemáticas a las que nos podemos enfrentar en el marco escolar, pensar en posibles soluciones partiendo de nuestras experiencias como docentes, elaboradores de materiales y alumnos de L1 y L2.

Relfexionar sobre las nuevas formas de enseñanza: manejo de las TIC, formación de docentes.

Espero que en la clase se promueva el análisis grupal e individual de las temáticas especificadas y la planeación de secuencias didácticas.